Mojo Vision quiere hacer realidad una gran visión futura de la industria AR: una lente de contacto tecnológica que aumenta digitalmente el mundo real. Hablé con el jefe de tecnología y cofundador Mike Wiemer.
Mojo Vision ya había estado trabajando en una lente tecnológica durante unos cinco años antes de que la empresa emergiera por primera vez a la vista del público en noviembre de 2018, con mucho respaldo de una inversión de 50 millones de dólares. La investigación y el desarrollo reales en torno a la idea de un lente de contacto tecnológico comenzaron diez años antes, según Wiemer.
No fue hasta principios de 2020 que la startup hizo oficial lo que anteriormente solo se había insinuado: el gran producto de Mojo es una lente de contacto AR inteligente que ya existe como prototipo. ¿Por qué el secreto?
“No se nos permitió decir nada hasta que estuviéramos seguros de que funcionaría”, dice Wiemer. “Fue emocionante, y francamente un alivio, finalmente poder hablar de ello, y finalmente pudimos hablar con clientes potenciales, socios e inversores más fácilmente”.
Más recientemente, Mojo Vision llevó a cabo una maniobra decisiva, ganando al fabricante japonés de lentes de contacto Menicon como socio.
Wiemer llama a esta asociación un «gran paso» y un «componente crítico» del desarrollo de estrategias para el diseño, la fabricación y el marketing. Junto con Menicon, Mojo Vision ahora quiere acelerar y lanzar al mercado la primera lente de contacto inteligente.
¿Habrías imaginado un lente de contacto inteligente de realidad aumentada, que, potencialmente destronaría a los smartphones? Mojo Vision ya hizo realidad este invento que solo se veía en el cine o en la literatura, se llama Mojo Lens.
Desde finales de junio, Mojo Vision anunció en su sitio web este producto, mismo que probó Drew Perkins, CEO de la empresa, como se muestra en un video. La primera demostración ocular del Mojo Lens se realizó en los laboratorios de Mojo Vision en California.
¿Cómo funciona?
El prototipo actual puede mostrar texto, gráficos y videos, en otras palabras, todos los formatos comunes. Debido a que la lente de contacto se proyecta directamente sobre la retina, funciona incluso cuando cierra los ojos. Según Wiemer, el control se realiza mediante movimientos oculares, por lo que la pantalla se puede desactivar en cualquier momento.
En el corazón de Mojo Lens se encuentra una pantalla MicroLED con una densidad de píxeles de 14K . Esta es la pantalla más pequeña con la densidad de píxeles más alta jamás construida, dice Wiemer. Fue diseñado desde cero para los lentes de contacto y tiene aproximadamente el tamaño de un grano de arena.
En realidad, el ojo se reenfoca constantemente en diferentes planos. El prototipo no admite estos numerosos niveles de enfoque; la imagen de la lente se muestra con un enfoque nítido en todo momento, ya sea que esté mirando a lo lejos o a un objeto cercano. Mojo quiere mitigar el efecto con efectos de desenfoque a nivel de software. El uso diario mostrará si esto es molesto.
También están integrados en la lente sensores de movimiento que estabilizan la imagen y pueden determinar la posición de la imagen en relación con los movimientos del cuerpo y la cabeza. Los sensores de imagen detectan la luz ambiental y ajustan el brillo y el contraste de la lente.
El sensor de imagen también debe poder reconocer escenas y utilizarse para el reconocimiento de objetos. Un usuario de Mojo Lens con discapacidad visual podría recibir apoyo en la vida cotidiana con señales acústicas si, por ejemplo, está mirando un objeto en particular pero no lo reconoce de inmediato.
Mojo Vision aún planea lanzar Mojo Lens dentro de los próximos cinco años, primero con fines médicos, para los cuales se están realizando los estudios correspondientes, y luego para el uso diario. El objetivo es ocupar parte del mercado de gafas inteligentes con la lente de contacto.
