Dos sustancias en la saliva de los gusanos de cera -larvas de polilla que comen cera hecha por abejas para construir panales- descomponen fácilmente un tipo común de plástico, dijeron investigadores el martes, en un avance potencial en el mundo lucha contra la contaminación plástica.
Los investigadores dijeron que se descubrió que las dos enzimas identificadas en la saliva de la oruga degradan rápidamente y a temperatura ambiente el polietileno, el plástico más utilizado en el mundo y uno de los principales contribuyentes a una crisis ambiental que se extiende desde las fosas oceánicas hasta las cimas de las montañas.
El estudio se basa en los hallazgos de los investigadores de 2017 de que los gusanos de cera eran capaces de degradar el polietileno, aunque en ese momento no estaba claro cómo lo hacían estos pequeños insectos. La respuesta fueron las enzimas, sustancias producidas por organismos vivos que desencadenan reacciones bioquímicas.
Para que el plástico se degrade, el oxígeno debe penetrar en el polímero, o molécula de plástico, en un importante paso inicial llamado oxidación. Los investigadores descubrieron que las enzimas realizaron este paso en cuestión de horas sin necesidad de un tratamiento previo, como la aplicación de calor o radiación.
El Hallazgo del Descubrimiento
El descubrimiento se produjo después de que un científico, un apicultor aficionado, limpiara una colmena infestada y descubriera que las larvas comenzaban a hacer agujeros en una bolsa de basura de plástico. Los investigadores dijeron que el estudio mostró que la saliva de los insectos puede ser «un depósito de enzimas degradantes que podrían revolucionar[la limpieza de desechos contaminantes».
El Terrible Problema del Plástico
El plástico está hecho de polímeros diseñados para ser difíciles de descomponer y contiene aditivos que aumentan la durabilidad, lo que significa que puede permanecer intacto durante años, décadas o siglos.
Los plásticos permanecen en el medio ambiente durante mucho tiempo. Con el tiempo, se descomponen en pequeñas partículas y, por lo tanto, se convierten en la fuente de micro y nanopartículas de plástico. Estas partículas de plástico se han encontrado en todas partes, desde la Antártida hasta la lluvia y el agua del grifo, que no solo causan problemas ambientales obvios, pero son un problema creciente para la salud humana.
Los descubrimientos anteriores de enzimas útiles han sido en microbios, con un estudio de 2021 que indica que las bacterias en los océanos y suelos de todo el mundo están evolucionando para comer plástico. Encontró 30.000 enzimas diferentes que podrían degradar 10 tipos diferentes de plástico. Aunque todavía hay retos para desarrollar una nueva estrategia con este hallazgo para combatir el plástico.