El equipo de Investigadores utiliza nanomateriales hechos de algas marinas para crear un fuerte separador de baterías, allanando el camino para un almacenamiento de energía más ecológico y eficiente.
Una batería cuyos componentes críticos se pueden recolectar de las algas marinas podría algún día ayudar a reemplazar las baterías de litio, que dependen de la extracción de materiales raros.
La mayoría de las baterías de los teléfonos inteligentes, los automóviles eléctricos y las computadoras portátiles se basan en el litio. Sin embargo, este metal es escaso y, a menudo, lo extraen trabajadores en malas condiciones y se refina utilizando métodos que dañan el medio ambiente.
Las baterías de sodio-metal (SMB) son uno de los sistemas de almacenamiento de energía de alta energía y bajo costo más prometedores para la próxima generación de aplicaciones a gran escala. Sin embargo, uno de los principales impedimentos para el desarrollo de las SMB es el crecimiento descontrolado de dendritas, que penetran en el separador de la batería y provocan un cortocircuito.
Sobre la base del trabajo anterior en la Universidad de Bristol y en colaboración con el Imperial College y el University College London, el equipo logró fabricar un separador de nanomateriales de celulosa derivados de algas marinas marrones.
La investigación, publicada en Advanced Materials, describe cómo las fibras que contienen estos nanomateriales derivados de algas marinas no solo evitan que los cristales de los electrodos de sodio penetren en el separador, sino que también mejoran el rendimiento de las baterías.
El Futuro de las baterías dejarían de ser de Litio…
“Este trabajo realmente demuestra que son posibles formas más ecológicas de almacenamiento de energía, sin ser destructivas para el medio ambiente en su producción”, dijo el profesor Steve Eichhorn, quien dirigió la investigación en el Instituto de Compuestos de Bristol.
El próximo desafío es aumentar la producción de estos materiales y suplantar la tecnología actual basada en litio.
Hemos demostrado que los materiales a base de algas marinas pueden hacer que el separador sea muy resistente y evitar que sea perforado por estructuras metálicas hechas de sodio. También permite una mayor capacidad de almacenamiento y eficiencia, lo que aumenta la vida útil de las baterías, algo que es clave para alimentar dispositivos como teléfonos móviles durante mucho más tiempo”, dijo Jing Wang, primer autor y estudiante de doctorado en el Instituto de Compuestos de Bristol